sábado, mayo 19, 2018

Indran Amirthanayagam / De los poemas a Paolo















Lectura: hojas del té

Estuve distraído por la clasificación, y dejé los hijos abandonados,
mi querida sin caricias, además de la desesperanza que sentía
con cada derrota pero de repente a mitad de camino empecé
a ver la milagrosa unión de talentos, victorias y empates, todo

maravilloso. ¿Imagínate, con los ultimos amistosos, 12 partidos
sin derrota? Y viene la suspensión por haber tomado un té.
Qué absurdo. Pero el punto es que a un mes del inicio del Mundial
no tengo idea de la competencia. Y hay que vencer 31 equipos

para llevar el trofeo (algunos van a suicidarse, claro... pero esa cifra
es igual una cantidad considerable). Y Paolo, hasta el presidente de su país
insiste con la corte suprema suiza que no tiene que ver con aquella corte
criminal que hizo de Paolo un criminal. Pero quién sabe. Este no es

un juego. Hay posibilidades, maniobras. Hay deux ex machina, oraciones,
presiones bancarias... No sé cómo un suizo que no sabe la receta antiquísima
de los Incas y de los pueblos que los precedieron, cómo él pueda ser
influenciado. No sé del tráfico de hojas pero me dedicaré día y noche a averiguar.


A un profe que no sea elefante 

OK, te quitaron tu teléfono en la oficina.
Tú que enseñas en la más importante
universidad estatal de tu estado,
en un país considerado la primera
potencia del mundo. Pero, sí, eres
de letras. No produces bitcoin o batutas,

ni siquiera mantequilla. Te perdono,
y te llamaré por la noche. Siento
una angustia por no haberte escrito
un libro entero en una noche. No sé
qué hacer con estos sentimientos
de orgullo por ti mi hermano

Abel, tan prolífico y prolijo,
y tu rebaño de estudiantes
con cabello dorado
y senos suculentos, y yo
aquí con Paolo a lo lejos
y nadie más o menos.

[Inéditos, castellano en el original]

Indran Amirthanayagam (Colombo, Ceilán, hoy Sri Lanka, 1960)
Foto: Kimberly Coquillon

Indran Amirthanayagam

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